La prevención y disminución de contagios por COVID-19 depende de nuestras decisiones. El manejo integrado es una estrategia que integra métodos útilies para el manejo de múltiples enfermedades.

Las personas a menudo desean una solución milagrosa cuando se trata de enfermedades infecciosas y transmisibles, quizá una píldora mágica para curar sus enfermedades. Sin embargo, vivimos en un mundo complejo que requiere un enfoque multifacético para prevenir o mitigar las enfermedades. Sin embargo, las mejores estrategias de manejo de enfermedades involucran múltiples pasos. Esto nunca ha sido más obvio que durante la pandemia de COVID-19 en curso.

Como se ha demostrado durante esta pandemia, se necesita un enfoque comunitario para proteger a las personas. Como señaló la Dra. Ruth McDermott-Levy, profesora y codirectora del Centro Medio Atlántico para la Salud Infantil y el Medio Ambiente de la Universidad de Villanova, “COVID-19 es una tragedia y una oportunidad. Una oportunidad para reflexionar sobre lo que se puede mejorar en el futuro ". Ella no es la única experta con ojos en el futuro, otros expertos como la Dra. Betsy Schroeder, veterinaria estatal de salud pública del Departamento de Salud de Pensilvania (DOH), enfatizó que una de las cosas más críticas que COVID-19 les ha enseñado, a expertos y no expertos por igual, es que la prevención es clave. Por su parte, El Dr. Schroeder señaló que la mejor manera de estar preparado es vigilar las enfermedades nuevas y emergentes, mantener relaciones sólidas de trabajo entre el gobierno y los proveedores de atención médica y, en particular, una comunicación constante con el público sobre prevención, mitigación y riesgo.

El número de casos y hospitalizaciones continua aumentando en los Estados Unidos, especialmente porque la mayoría de las universidades y escuelas de preescolar regresaron a la presencialiadad este otoño. Incluso con los esfuerzos realizados por el Programa de Manejo Integrado de Plagas de Pensilvania (PA IPM) y otros grupos como Mujeres por un Medio Ambiente Saludable (WHE) para mejorar la calidad del aire interior y el uso apropiado de desinfectantes sigue siendo de suma importancia el control y la mitigación de las enfermedades transmisibles en las escuelas y universidades.

¿Entonces, qué puede hacerse? Afortunadamente, el manejo integrado de plagas (MIP) es una estrategia existosa para el control de multitud de plagas, incluidas las enfermedades de los cultivos, las infestaciones de insectos domésticos e incluso el control de plagas de la variedad viral, incluido COVID-19. Por ejemplo, MIP involucra múltiples métodos para disminuir el riesgo de infección y transmisión de COVID-19, así como otros virus como la gripa y el virus respiratorio sincitial (RSV). Esto incluye hábitos de higiene personal de sentido común, como lavarse las manos con frecuencia, usar mascarillas y quedarse en casa cuando se siente enfermo. Además, las vacunas, que son la solución más efectiva que podemos conseguir. Sin embargo, incluso con una vacuna, es preciso utilizar otras medidas preventivas, ya que ninguna vacuna provee el 100% de inmunidad. Este enfoque integrativo es crítico a medida que continúan emergiendo nuevas y más peligrosas mutaciones del virus COVID-19, como la variante Delta.

Muchos se preguntan qué depara el futuro. Si dependiera de los profesionales de la salud pública, varias “lecciones aprendidas” continuarían y mejorarían al avanzar. Estos incluyen cuatro facetas principales de la prevención: educación, acceso, comunicación y regulación. Una población educada y bien informada es fundamental a la hora de comunicar conceptos científicos y factores de riesgo. Así lo enfatizó la Dra. McDermott-Levy, una “población con conocimientos científicos y de salud es crucial para que las personas puedan tomar decisiones saludables informadas por sí mismas”. También destacó la necesidad de un acceso equitativo: acceso a instalaciones interiores y exteriores saludables y seguras para hacer ejercicio, aire y agua limpios, alimentos saludables y nutritivos, educación y atención médica. El acceso equitativo aumenta la resiliencia a nivel individual y comunitario en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Además del acceso equitativo, los expertos en salud pública coinciden en que los programas de salud pública bien financiados y bien mantenidos, incluidos los esfuerzos de vigilancia, son cruciales para prevenir y mitigar futuros brotes. También se necesitan regulaciones apropiadas para mitigar los riesgos y peligros para la salud actuales o potenciales en el futuro. Por último, los expertos enfatizan la importancia del mantener y mejorar las medidas de salud pública a nivel individual, por ejemplo, continuar con el lavado frecuente de manos, quedarse en casa cuando está enfermo (y abogar por una licencia por enfermedad remunerada), limitar los contactos sociales en momentos de mayor riesgo y transmisión, y uso de mascara cuando está adentro o cerca de otros. Todos pueden tomar decisiones individuales con propósito que afecten a nuestras comunidades. Al observar estas medidas de salud pública, podemos optar por trabajar juntos para protegernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades.

 

Escrito por: Hannah S. Tiffin, hsg14@psu.edu

 

El Programa PA IPM es una colaboración entre la Universidad Estatal de Pensilvania y el Departamento de Agricultura de Pensilvania diseñado para promover el manejo integrado de plagas en situaciones agrícolas y no agrícolas. Para obtener más información, llame al (814) 865-2839