El manejo integrado de plagas (MIP) es un proceso de toma de decisiones que hace énfasis en la reducción de pesticidas para controlar plagas.
Las cucarachas están entre las plagas más importantes en los hogares. Crédito fotográfico: Matt Bertone
El MIP es un proceso de toma de decisiones que enfatiza las prácticas que conducen a la disminución en la cantidad de pesticida utilizados. Este enfoque permite manejar las plagas a través de prácticas como el saneamiento, exclusión y dispositivos no químicos en lugar de depender exclusivamente de pesticidas. MIP utiliza información sobre los ciclos de vida de las plagas para manejarlas con el menor impacto en las personas y el medio ambiente.
Las plagas son organismos vivos que afectan negativamente a los seres humanos o sus propiedades. Las plagas incluyen malezas y enfermedades de las plantas, así como insectos que se alimentan de plantas o productos almacenados, transmiten patógenos o son molestias. Otros animales, como caracoles, garrapatas, ácaros, ratones, ratas, marmotas, palomas y ciervos, pueden convertirse en plagas en determinadas situaciones.