Las enfermeras escolares estarán en la primera línea de las estrategias de mitigación, diagnóstico y control de COVID-19.

Photo credit: Lionday-FreePik

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Escrito por: Hannah S. Tiffin, hsg14@psu.edu

Traducido por: Mitzy Porras, PhD., mfp145@psu.edu

 

Dado que muchas escuelas planean una completa reapertura escolar en el futuro cercano, la mitigación de riesgos y el control de COVID-19 es una prioridad para muchos, desde profesionales de la salud pública hasta administradores escolares, educadores, padres y estudiantes. Las enfermeras escolares estarán en la primera línea de las estrategias de mitigación, diagnóstico y control de COVID-19. Por lo tanto, es esencial tener un enfoque holístico para la mitigación de la transmisión de COVID-19 que incluya promover tácticas conductuales y culturales para reducir la transmisión, como limitar el contacto cercano entre individuos y que enfatice la necesidad de la máscara facial. Además de la transmisión respiratoria de persona a persona de COVID-19, existen numerosas consideraciones adicionales para la reapertura de los edificios escolares, incluida la reapertura segura de los edificios que han estado cerrados durante períodos prolongados y el control de plagas de bacterias y artrópodos utilizando prácticas de manejo seguras y efectivas. One Health y las tácticas de manejo integrado de plagas serán críticas para reabrir escuelas de manera segura, utilizando la perspectiva de One Health pues se enfoca en vincular la salud ambiental y humana, junto con las diversas tácticas del manejo integrado de plagas.

Afortunadamente, varios grupos están trabajando arduamente para desarrollar planes concretos para reabrir las escuelas. Un ejemplo notable es la organización sin fines de lucro Women for a Healthy Environment (WHE), con sede en Pittsburgh. Si bien es posible que la limpieza, la ventilación y la salud de los edificios no siempre hayan estado dentro de lo más importante para conocimiento público, WHE ha estado trabajando arduamente para inspeccionar las escuelas públicas y sus prácticas de limpieza y control de plagas. Según Kara Rubio, Coordinadora del Programa de Escuelas Saludables Pensilvania de WHE, han centrado sus esfuerzos en las "partes menos visibles de la educación pública: ventilación, ventanas que funcionan y limpieza, por nombrar algunas". Rubio destacó los resultados del gran esfuerzo de la encuesta de WHE en las escuelas públicas de Pensilvania que indico que muchos distritos escolares están haciendo un cambio positivo para tener menos productos de limpieza a la mano junto con un aumento en el uso de productos de limpieza ecológicos o ecológicos certificados por terceros.

Otra faceta clave de la salud pública es el concepto One Health, que integra medio ambiente, la salud humana y animal están todos intrincadamente interconectados. Con este fin, Reg Hoyt ha estado dirigiendo un equipo en la Universidad del Valle de Delaware (Delaware Valley University) para iniciar un programa One Health a nivel universitario acompañado por una serie de seminarios abiertos al público. El objetivo de este programa es ser "absorbido en todo el campus con el potencial de incorporar ideas de One Health en todas las especialidades". Un objetivo elevado, pero que solo tiene más peso durante una pandemia mundial, que destaca la necesidad de una colaboración interdisciplinaria y una mayor atención hacia un medio ambiente saludable.

Pero, ¿cómo se relaciona One Health con las escuelas públicas y la Conferencia Anual de la Asociación de Enfermeras y Profesionales Escolares de Pensilvania (PASNAP)? COVID-19 es una "plaga" y, al igual que cualquier otra plaga en un entorno escolar se necesita ser controlar y mitigar los riesgos de manera segura, los principios y protocolos del manejo integrado de plagas (MIP) brindarán orientación. Si bien las ventas de desinfectantes han aumentado durante la pandemia, estos productos ahora omnipresentes son pesticidas regulados y requieren procedimientos de almacenamiento y uso seguros. Como enfatizó Michelle Niedermeier, Coordinadora del Programa de Salud Ambiental y MIP escolar y comunitaria para el Programa de MIP de PA, "las escuelas han estado cerradas durante un período prolongado, la reapertura puede ser riesgosa por muchas razones". Además del riesgo de transmisión de COVID-19 cuando los estudiantes regresan, también puede haber una mayor abundancia y diversidad de plagas presentes que las que generalmente se manejan durante el año escolar, incluidas las plagas comúnmente anticipadas como las cucarachas, pero también las "plagas" bacterianas. Estas plagas son los posibles desafíos a los que se enfrentaran el personal de las escuelas, quienes necesitan un enfoque holístico que incluya la planificación temprana para la prevención, el control y la mitigación de plagas bacterianas, virales, artrópodas y de otros animales, junto con planes que reduzcan las aplicaciones químicas para tener un ambiente y población escolar más saludables.

Al aplicar tácticas de manejo integrado de plagas para limitar la transmisión de COVID-19, junto con la planificación temprana para el probable aumento de plagas debido a cierres prolongados de escuelas, las escuelas públicas pueden reabrir de manera segura y contribuir al concepto One Health en el que la salud ambiental es no sacrificada en función de la salud humana.

El programa MIP de PA es una colaboración entre la Universidad Estatal de Pensilvania y el Departamento de Agricultura de Pensilvania diseñado para promover el manejo integrado de plagas en de escenarios agrícolas y no agrícolas. Para obtener más información, llame al (814) 865-2839 o visite el sitio web del programa en https://ento.psu.edu/research/labs/rajotte