La pandemia del COVID-19 provocó el cierre repentino de las escuelas en todo el país, pero las plagas que las infestan continuaron activas.

A medida que las escuelas se preparan para reabrir para el próximo año escolar, los funcionarios escolares y las familias tienen que lidiar no solo con la implementación de procedimientos para mantener a salvo a los que están en las escuelas, sino para asegurarse de que las escuelas sean seguras. Esto incluye continuar implementando IPM para controlar plagas (insectos, roedores, mohos, etc.). El programa MIP PA, una colaboración entre la Facultad de Ciencias Agrícolas de Penn State y el Departamento de Agricultura de Pensilvania, tiene más información para educadores, estudiantes y personal de apoyo. MIP es un enfoque sistemático para prevenir las plagas y controlar de forma segura las infestaciones. Los estudiantes de la escuela, los maestros y el personal administrativo tienen funciones que desempeñar en el MIP, desde detectar nuevas infestaciones hasta asegurarse de que las plagas se vean privadas de alimentos, agua y refugio.

"Al prepararnos para reabrir y pensar en formas de evitar la pandemia, también debemos cuidar lo que sucede con los edificios que estuvieron vacíos por más de tres meses", afirmó Niedermeier. Las consecuencias de estos cierres repentinos son de largo alcance. Independientemente del entorno, habrá problemas de plagas que enfrentar en la preparación para el próximo año escolar.

Dion Lerman, Especialista en Programas de Salud Ambiental para el Programa PA IPM en Filadelfia, afirma: "Desinfectar las instalaciones, por COVID-19, puede ser la menor de [nuestras] preocupaciones". Por ejemplo, Legionella, la bacteria que causa la enfermedad del legionario, crece en aguas estancadas, incluidos los sistemas de estaques. Los insectos plaga y otros animales como roedores han emergido y usado las instalaciones durante estos tres meses, sin ser descubiertos y pueden haber establecido poblaciones más densas de lo normal en estos edificios..

La probable presión adicional de plagas en las escuelas trae consigo una mayor probabilidad de alérgenos debido a esas plagas, específicamente los alérgenos inductores de asma de las excreciones de roedores y cucarachas. Dion Lerman afirma que "no es solo una simple limpieza", pues hay una gran posibilidad de acumulación de alérgenos en pisos, techos, armarios, y sistemas de ventilación. Estos problemas se exacerban en los sistemas escolares subfinanciados. "En resumen, nos esperan bastantes sorpresas en los edificios y tenemos poco tiempo para manejarlas", dijo Niedermeier.

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) ha sido obligatorio en las escuelas de Pensilvania desde 2001, y la 3ra edición del Manual de MIP de PA para escuelas y guarderías está disponible como texto impreso y descarga gratuita en pdf (version en español). Las escuelas que se preparan para la reapertura durante esta época, COVID-19, estarán mejor preparadas al implementar los principios de MIP en sus estrategias de reapertura.

Algunas recomendaciones de supresión de COVID para las escuelas pueden dar una ventaja a las plagas. Por ejemplo, una recomendación anti-COVID es hacer que los estudiantes almuercen en el aula en lugar de ir a una cafetería llena de gente. MIP sugiere no comer en el aula porque esto proporciona alimento para las plagas. Estas contradicciones resultaran en la adopción de diferentes procedimientos, como la limpieza más frecuente de las aulas y la eliminación rápida de la basura. Esta periodo es una oportunidad de aprendizaje para los estudiantes ya que deberan adoptar nuevos habitos, como por ejemplo depositar los desechos del almuerzo rapidamente y reporta plagas en el aula.

Lorna Rosenberg, recientemente jubilada Gerente del Programa de Escuelas Verdes y Saludables de la EPA, dice que esta es una oportunidad para que los administradores, los profesionales de la educación y los profesionales de la salud trabajen juntos. Además, afirma que incluir a la comunidad en este esfuerzo de equipo, está directamente relacionado con el MIP. Esta época es la oportunidad para "enseñar responsabilidad cívica en las escuelas", al involucrar a todos los que interactúan en las escuelas con los diversos aspectos del manejo integrado de plangas.

El MIP es un proceso de toma de deciciones que se mueve a lo largo de un espectro que va desde pasos preventivos hasta pasos de intervención química. De esos pasos preventivos: la planificación y la comunicación son clave. La reapertura escolar tendrá éxito a través de una comunicación abierta entre los administradores, los empleados de la escuela, los estudiantes, y sus familias.

Pensilvania requiere que todas las escuelas, guarderias, y escuelas vocacionales / técnicas del área implementen programas de MIP, siguiendo las recomendaciones del Manual MIP-PA para escuelas y guarderías, y manteniendo abiertas las líneas de comunicación entre todos las personas involucradas en la reapertura escolar. Estas acciones pueden ayudar a reducir los riesgos actuales de la pandemia de COVID-19 y las plagas que han proliferado debido a los cierres.

Tyler O. Jones, MSc