Las Arañas Reclusas Marrón

(Loxosceles reclusa y otras especies Loxosceles)

Once especies de Loxosceles son nativas de los Estados Unidos continental y hay cuatro que se conocen que son dañinas para los humanos. La araña reclusa marrón esta establecida en 15 estados; Alabama, Arkansas, Georgia, Illinois, Indiana, Iowa, Kansas, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Ohio, Oklahoma, Tennessee y Texas. Además, sucesos o casos apartados han sido reportados en Arizona, California, Distrito de Colombia, Florida, Carolina del Norte, New Jersey, Pennsylvania, Washington y Wyoming. La araña reclusa marrón se encuentra, en raras ocasiones, en Pennsylvania, pero pueden ser trasportadas en cajas y objetos similares de locales donde normalmente pueden ser encontradas.

Una de las especies que se relaciona muy de cerca, la Loxosceles rufescens, la reclusa del Mediterráneo, que se cree que fue introducida desde el sur de Europa, se ha establecido en los túneles de vapor de Penn State y en otras localizaciones en el nordeste. No se conoce que esta araña haya picado a ningún empleado o estudiante, a pesar de las largas estadías en los túneles de vapor de Penn State. Las picadas de esta araña no producen una reacción severa típicamente asociada con la araña reclusa marrón.

Descripción

Estas arañas son de color marrón chocolate y sus cuerpos son alrededor de 9 milímetros en longitud, con patas largas. Tienen tres pares de ojos, arreglados en una triada y en el cefalotórax tienen marcas en forma de violín. El cuerpo del violín está cerca de los ojos y el cuello del violín está extendido hacia atrás, terminando antes del abdomen. Los machos son similares a las hembras en apariencia.

Historia de Vida

Después que se aparean en el mes de junio o julio, las hembras depositan de 20 a 50 huevos en un envase esférico. Estas pueden producir tanto como dos a cinco tandas de huevos durante su vida. Las que son criadas individuales en laboratorios pueden vivir de dos a tres años. Las jóvenes requieren alrededor de un año para madurar.

La araña reclusa marrón, L. reclusa, normalmente prefiere habitar en aberturas dentro de las rocas, tablas, cortezas de árboles y troncos muertos. En las estructuras pueden vivir dentro de las grietes de las paredes y tablas así como detrás y dentro de un sin números de artículos almacenados. La araña reclusa marrón prefiere lugares donde anidar que sean cálidos y secos. En contraste la L. rufescens prefiere anidar en lugares fríos y más húmedos.

Importancia Médica

La picada de la araña reclusa marrón a menudo no es dolorosa de inmediato, aunque una leve sensación punzante puede sentirse. El veneno de estas arañas incluye un componente neurotóxico, pero concierne principalmente la propiedad necrótica o citotóxica que causa que los tejidos se destruyan donde se inyecta el veneno. Alrededor de siete horas después de la picada, aparece una pequeña ampolla parecida a una úlcera que puede crecer en tamaño. En los individuos que son sensitivos puede ocasionar una reacción generalizada o una reacción sistemática. Los síntomas incluyen escalofríos, fiebre, sangre en la orina, fatiga, ictericia, dolor en las coyunturas, nausea, salpullido y, en casos extremadamente raros, convulsiones y muerte. La cantidad del daño depende de la cantidad del veneno que se inyectó. El área afectada puede ser del tamaño de una moneda de diez centavos o tan grande como 20 centímetros en diámetro. El tejido afectado se convierte gangrenoso, se torna negro y, eventualmente, se pierde el tejido muerto dejando un hundimiento en la piel. El proceso de sanar es lento y puede dejar una cicatriz por la herida. Puede tomar de seis a ocho semanas o requiere hasta un año si la herida es grande.

Preparado por Steven Jacobs decano asociado de extensión en entomología urbana/industria

marzo 2002 Revista 2006

Traducido por: Edgar Martinez & Elba Hernandez sveltaflor@hotmail.com